En esta ocasión entrevisto a Lucio Sandín Sayago (Madrid, 1963), del que llevaba tiempo queriendo saber más sobre su interesante historia. Lucio es compañero nuestro y un conocido torero madrileño en la época de los 80 que perdió el ojo derecho en una desafortunada tarde en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla, en el año 1983. A pesar del percance y la lógica pérdida de capacidad visual, no abandonó los ruedos, de hecho volvió a torear escasos meses después. Finalmente se retiró tras sufrir un accidente de tráfico en 1992. Mientras estaba en el momento más álgido de su carrera taurina empezó a estudiar óptica y optometría en Madrid, aunque lo que realmente quería era ser piloto de aviones, cosa imposible dada su circunstancia. Actualmente se dedica a la óptica y la optometría, regentando su propia óptica en la ciudad de Barcelona.
Antes de que os echéis las manos a la cabeza por el título, decir que escribo este post porque hace poco me enteré que en países como Estados Unidos confían a los optometristas la labor de realizar a los reclusos las diferentes pruebas visuales que se incluyen dentro de la atención sanitaria a la que tienen derecho.
En este caso creo que estaba claro que no me estaba refiriendo a España. No me sorprende. En Estados Unidos, aunque depende el Estado, el reconocimiento social de los optometristas y las competencias son diferentes a las de nuestro país. Allí, a partir de la década de los 70, se desarrolló mucho esta disciplina1 lo que permitió a los actuales optometristas tener mayor campo de acción, como por ejemplo haciendo uso de fármacos de diagnóstico (midriáticos y ciclopléjicos), algo ya habitual en varios países del mundo. Aun así, es cierto que en España ha habido un gran avance en cuanto a competencias en las últimas décadas, pero no a tal nivel. Veremos que nos depara el futuro.
¿Quiénes de los que estáis ahora aquí leyendo este post no conoce o ha leído las Aventuras de Tintín? ¿Quién no recuerda a Haddock y sus insultos? ¿O al inseparable Milú? Yo por supuesto que sí. Me declaro, de siempre, seguidor de las historietas creadas por el maestro Hergé, hasta el punto de saberme los diálogos y viñetas casi de memoria. Si algo ha perdurado en mi casa desde que tengo uso de razón son los cómics de Tintín, apilados uno tras otro, con su característica tapa amarilla. Es más, prácticamente lo único que conservo de la Comunión son las películas de Tintín, regalo de un tío mío muy querido en la familia y que por desgracia falleció.
Siendo estudiante de óptica y optometría, no era de extrañar que me llamara la atención lo presente que está la óptica, en muchas ocasiones, en las distintas tramas, así como también algunas viñetas que tienen relación con los ojos y la visión. He querido recopilar algunas de ellas y así tener la excusa perfecta para dedicar un hueco en mi blog a este genial personaje.Cheapest replica watches Luxury replica Watches
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