Antes de que os echéis las manos a la cabeza por el título, decir que escribo este post porque hace poco me enteré que en países como Estados Unidos confían a los optometristas la labor de realizar a los reclusos las diferentes pruebas visuales que se incluyen dentro de la atención sanitaria a la que tienen derecho.
En este caso creo que estaba claro que no me estaba refiriendo a España. No me sorprende. En Estados Unidos, aunque depende el Estado, el reconocimiento social de los optometristas y las competencias son diferentes a las de nuestro país. Allí, a partir de la década de los 70, se desarrolló mucho esta disciplina1 lo que permitió a los actuales optometristas tener mayor campo de acción, como por ejemplo haciendo uso de fármacos de diagnóstico (midriáticos y ciclopléjicos), algo ya habitual en varios países del mundo. Aun así, es cierto que en España ha habido un gran avance en cuanto a competencias en las últimas décadas, pero no a tal nivel. Veremos que nos depara el futuro.
Interesante pregunta la que me vengo planteando para este post a raíz de uno de los muchos vídeos grabados desde la Estación Espacial Internacional por el astronauta canadiense Chris Hadfield (un fenómeno), en los que realiza acciones cotidianas en ausencia de gravedad, o ingravidez, término que, dicho sea de paso, está mal empleado. Mejor sería decir en caída libre continua…
En el vídeo en cuestión nos habla sobre lo relacionado con los ojos y la visión. Os lo dejo para que lo veáis. Está en inglés, pero tiene la opción de poner subtítulos que, aunque no son muy buenos, ayudan a entenderlo bastante bien.
¡Muy buenas a todo el que nos lea! Siguiendo el rol preventivo que este blog lleva por bandera, así como por supuesto el profesional óptico-optometrista, y aprovechando que en estos meses tan calurosos en los que los índices de radiación ultravioleta, desde Galicia a Cádiz, están en sus valores más altos (mayor de 8), vamos a meternos de lleno con un tema que es muy importante en el ámbito de la salud ocular: la protección frente a la radiación ultravioleta del sol. El hecho de que el post lo escriba en verano no quiere decir que el resto del año tengamos que bajar la guardia, ni mucho menos, ya que como veremos más adelante hay que seguir protegiéndose los ojos, por ejemplo cuando hay nieve. Pero bueno en estos días tan soleados considero que es un buen momento para lanzar el mensaje a la sociedad.